He visto muchas veces los salmones en la TV regresando al lugar donde nacieron para desovar, pero verlos en vivo, cerquita, ... no tiene precio, lo demás lo puede pagar con su Master Card.
Fue un paseo muy emotivo, que bonito. El salmón trata, trata, trata... hasta que pasa el obstáculo o muere en el intento.
¡Gracias a Dios, muchos logran llegar a su meta!
1 comentario:
Los que no nos comemos.. jejejeje
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